Si quiere salir a caminar y no quiere morir en el intento, hágalo un jueves por la mañana. Y si puede, trate de que la caminata sea en una villa de emergencia o en el campo. Nunca en las zonas urbanas.
El consejo anterior se desprende de los resultados del informe que hizo la Corte Suprema de la Nación sobre los homicidios dolosos (intencionales) que se produjeron el año pasado en la Provincia.
Los números en la Argentina de los últimos años han decidido desafiar la exactitud de las matemáticas, al punto que aquel viejo dicho de las maestras desafiantes se va haciendo realidad. Así en nuestro país dos más dos podría ser cinco. Pero los que intencionalmente han decidido manipular los números nada pueden decir de este trabajo encarado por la Corte. El informe presentado por el vocal Eugenio Zaffaroni advierte que en Tucumán se asesinaron a casi ocho (7,73) seres humanos por cada 100.000 habitantes. De las cinco provincias investigadas, la nuestra tiene el tristísimo privilegio de marchar en la punta. Más aún: relegó al segundo puesto a la Ciudad de Buenos Aires, que tiene un coeficiente de 6,08.
Muchas miradas
Si usted ha decidido salir a la calle en una zona urbana y es de noche o de madrugada y además es extranjero y es de sexo masculino, tiene posibilidades de no volver a su casa. Así se convertirá en una de las 112 víctimas que contabilizaron el equipo de investigación. Ese trabajo lo realizaron por orden de la Corte Suprema de Justicia de la provincia los abogados Luis Acosta, Andrés Garmendia, Marcelo Rubinstein, Eloísa Rodríguez Campos, Marta María Cajal, Agustina María Duhart, María Soledad Hernández, Luis Marcelo Zelarayán de Escalada y el licenciado Fabián Ríos. Todos ellos tuvieron la mirada del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, en cuyo nombre actuó el doctor Augusto Moeykens. En tanto, en nombre del Ministerio de Seguridad de la Nación trabajaron las abogadas Jimena Vallejo y Cristina de Robles Avalos.
Demasiadas miradas, muchos ojos, varios intereses (algunos contrapuestos) para pensar que el número al que se llegó fuera errado. Sin embargo, el Poder Ejecutivo de la Provincia alcanzó a bisbisear que 112 era un número exagerado y que en todo caso podría llegar a un poco más de la mitad de esa cifra. Claro, en ese caso no sería la provincia con el peor coeficiente; sería la segunda…
Mal presagio
Si usted es argentino, tiene entre 18 y 25 años y alguna vez ha tenido un conflicto con alguien, está expuesto a ser uno de los muertos del próximo año. Si tiene más o menos edad no lo exime, pero no entra en el 29% del grupo primero.
Vale revisar una y otra vez los datos que dejó este trabajo que con pomposidad el presidente de la Corte de la Nación Ricardo Lorenzetti mostró este jueves que ya no volverá. Puede parecer exagerada y hasta innecesaria la puesta en escena de la Corte; sin embargo, en este país de números inexactos es fundamental. La estadística debiera ser moneda corriente, no una excepción. El propio secretario de Seguridad de Tucumán, Paul Hoffer, reconoció la importancia de tener estos números.
Lo que puede decir el funcionario es que estos datos fueron una paliza inesperada en el momento menos querido para el Gobierno que considera a diciembre como una prueba de fuego. Aquel jueves, el ministro fiscal mirado con atención por el caso “Rigourd” y por el proceder del fiscal Guillermo Herrera habló sobre la seguridad y los linchamientos. “No estamos dando las respuestas adecuadas, por eso la gente está tomando en sus manos tareas que son del Estado. Es una advertencia que nos está haciendo la sociedad”, sentenció Edmundo Jiménez. Cuando se le preguntó a Alperovich sobre el tema su respuesta fue increíble: “La verdad, que tengo que hablar con él. No sé qué quiso decir”…
Materia pendiente
La muerte pasea oronda por las calles de la ciudad; se presenta a punta de pistola y el gobernador mira para otro lado cuando un ex funcionario de su equipo le señala que atienda el tema. La administración de la seguridad es una materia que nunca aprobó Alperovich en su carrera de gobernador. Los casos Lebbos (un enemigo de la gestión) y el de Marita Verón (Trimarco, una jefa en acción) son dos muestras de la incapacidad. El gobernador nunca encontró el norte en la brújula de Seguridad y terminó equivocándose al poner a su amigo Jorge Gassenbauer. Es imposible que por más predisposición que tenga un hombre pueda ser el oído principal del gobernador, el hombre de absoluta confianza, el operador de los temas trascendentales, el compañero de cruzada, el armador de los temas políticos principales y además el responsable de la seguridad. Cuando se fue Jiménez de Gobierno, como si fuera poco, Gassenbauer se ocupó del área de Gobierno también. Para evitar los traspiés, el superministro puso como secretario de Seguridad a Hofer, quien aún cuando muestre conocimiento del tema, no consigue ser una persona indiscutida en el área para los “sijosesistas”. Estos no se cansan de ir con “correveidiles” al mandatario provincial.
Hofer se desespera por mostrar un plan de seguridad en la provincia y Alperovich, fiel a su estilo comercial de gestión, pone plata para incorporar recursos humanos, uniformes, cámaras, autos, camionetas y armas, pero la seguridad no es una cuestión de Estado. Después del informe de la Corte de la Nación, Zaffaroni, entre una suerte de sinceridad y de fina ironía sugirió que se debería crear el ministerio de la vida. Advertía que estos números son sinónimos de muerte y “la muerte es dolor, es luto pero además tiene un efecto reproductivo”, señaló. Y Tucumán marcha al frente de esas estadísticas. Sin embargo después de todo esto ni en la Legislatura, esa escribanía del Ejecutivo y reducto sometido al puño del candidato a gobernador Juan Manzur, se logró profundizar el tema. Tampoco hubo una reunión de gabinete ni una mueca de preocupación en la Casa de Gobierno.
Seguramente, desde el área de Seguridad existía la intención de mostrar las cosas realizadas y hasta de refutar algunas cuestiones esbozadas por el informe, pero la política del gobierno alperovichista siempre ha sido la misma respecto a las cuestiones que llegan desde Buenos Aires: agachar la cabeza y aceptar.
Pero además, cuando la seguridad golpea la puerta del Ejecutivo, el gobernador se hace el desentendido como cuando opinó Jiménez. Y lo que este ex colaborador suyo quiso decir y la Corte de la Nación advertir es que en Tucumán se mata mucho más que la media del país y que, por lo tanto, se espera que el Estado se ocupe más de esto.
Secreto a voces
En la Universidad Nacional de Tucumán lentamente se va imponiendo el secreto. La democrática institución va dejando sus girones en manos de lo que parece inevitable en cualquier institución política argentina. Por un lado la dependencia con la caja que se maneja desde Buenos Aires y por el otro la imposibilidad de actuar de cara a la sociedad. El Consejo Superior se siente cómodo y disfruta de las sesiones secretas que han comenzado a hacerse una costumbre. Es que asumir responsabilidades tiene costos que parece que algunos consejeros no están dispuestos a afrontar. Así en uno de esos encuentros habrían aconsejado a la rectora que se constituya en querellante en los casos en los que la Justicia Federal está investigando las obras de Construcciones Universitarias. Alicia Bardón carga el lastre de la gestión de su ex compañero Juan Cerisola. Tampoco cuenta con autonomía, por eso para brindar tranquila en las Fiestas ya dio el sí para que La Cámpora tenga tres cargos en su equipo de trabajo. Porfió y pataleó para que en la Universidad de Terán, Dalma y Lillo no se produjeran estas presiones ni estos tomas y daca, pero cedió. Incluso intentó que fueran dos y no tres los nuevos funcionarios, pero cuando vio sus arcas vacías, ya no insistió más.
Saqueo 1
Mañana hará su desembarco diciembre. En 10 días el gobierno habrá rendido una de las materias más bravas: Saqueo 1. Viene de desaprobar todas las correlativas. Se ha preparado bastante en los días previos. Ha sacado 10 en los subsidios antisaqueos; un nueve en pago de sueldos y aguinaldos y un cinco en bono a estatales que pueden alterar los nervios. No ha sido prolijo y en algunos casos les ha copiado a sus compañeros Santiago del Estero y San Luis. Incluso ha estudiado de los machetes de Massa y de Macri. Es que no le importa si lo reta la directora; no quiere sufrir en diciembre.
Parece que en este Tucumán donde se han derrochado millones y los presupuestos crecen como yuyos lo importante no es aprender sino aprobar la materia. Así se consiguen títulos, pero no se crece.